Una nueva ortografía para el siglo
XXI
Por
Ricardo Soca
Después de haber penado durante nueve años en el
purgatorio, la ch y la ll serán
definitivamente eliminadas de los diccionarios
castellanos, a partir de la publicación de la nueva
Ortografía de la lengua española, un volumen de
ochocientas páginas editado por Espasa con el
espaldarazo de las veintidós academias de la lengua, que
estará en venta a partir de diciembre. Ambos dígrafos
habían sufrido una primera degradación en el Diccionario
de 2001, en el que se materializó la decisión de las
academias de mantenerlos todavía como parte del
alfabeto, pero, en los diccionarios, incluidos en la
c y la l respectivamente. Esta
resolución obedece a una alegada necesidad de ajustarse
a las pautas de un cierto «alfabeto internacional».
La obra será presentada el 28 de noviembre en la
Feria del Libro de Guadalajara.
La y griega perderá definitivamente su
referencia helénica y será conocida apenas como
ye.
Tras
la publicación de la nueva obra de la docta casa y sus
acólitas, quórum se podrá escribir con c
(cuórum) y ¡sorpresa! cuásar será el nuevo
nombre de los quásares. Iraq será Irak y
el emirato de Qatar pasa a llamarse Catar.
La Academia «permite» que estos nombres se escriban con
q, pero con la condición de que vayan en
bastardilla como extranjerismos crudos y no como
vocablos de nuestra lengua.
Otra novedad es que el prefijo ex ya no se
escribirá separado ni con guión. A partir de ahora,
quienes fueron presidentes serán expresidentes y
los ministros que hayan dejado sus cargos pasarán a ser
exministros, no ex ministros ni tampoco
ex-ministros. Esta decisión es coherente con la
Nueva Gramática de la Lengua Española (NGLE), que
prescribe que los prefijos van siempre unidos a la base
léxica, aunque habrá una excepción: cuando ex
preceda palabras compuestas, como ex ministro de
Cultura o ex capitán general se escribirá
separado .
Otras tildes que se jubilan son las que hasta
ahora adornaban la o cuando iba entre números. Si
uno quiere ahora escribir 4 ó 5 tendrá que
emplear la grafía 4 o 5, que a partir de ahora no
se confundirá con 405, según sentenció la
autoridad lingüística.
La pronunciación iberoamericana, que hace sonar
truhán y guión como bisílabas, es
solemnemente ignorada por las academias, que decidieron
considerar ambos vocablos como monosílabos, tal como son
pronunciados por el 10 % de los hablantes (los de la
Península) y, en consecuencia, se escribirán sólo sin
tilde. Hasta ahora, se podían escribir con o sin tilde
según la pronunciación de cada región, monosilábica o
bisilábica.
¿Dije sólo? Pues no, ya no puedo hacerlo: la
tilde en solo se elimina definitivamente en todos los
casos, incluso cuando pudiera haber ambigüedad (vine
solo a verte). Alguien podrá ver tal vez un
reflejo autoritario en la aclaración de que la Academia
«no condena su empleo si alguien quiere usar la tilde».
Menos mal.
COMENTARIO:
Desde hace años el Estado nos cambia la
hora dos veces al año, con el pretexto del ahorro
pero en realidad para mostrarnos su poder
obligándonos periódicamente a pensar que vivimos en un
tiempo distinto, en el que siempre amanezca con sol,
como si fuese siempre igual por arte de magia
racionalista.
La institución de las Reales Academias también
tuvo ese espíritu de control racionalista de la
comunidad por parte del Estado. En concreto nos dicen
cómo se puede y se debe hablar. El habla, que es
libre, al margen de las reglas racionales, debe ser
sustituida por la reglamentación
racional de la lengua, con sus normas fijas. Y
en un momento de globalización de los mercados los que
hablamos español nos debemos dejar de gilipolleces de
sonidos singulares, como la ch, para lo cual en vez
de crearle un signo propio, como tiene la ñ (que no
saben cómo coño
(1) eliminarla,
aunque lo intentan) dejan de considerarla como un sonido
metiéndola en medio de la c en las enumeraciones. Todo
para que seamos más iguales, que por lo visto es la base
de la felicidad racional.
De momento no está previsto establecer penas
pecuniarias para los contraventores de la nueva norma;
basta con la exclusión social del que se salga del
rebaño.
NOTA
1:
La palabra coño, a la que ya hace referencia
Cicerón (Orator ad M. Brutum, XLV, 154)
y tan frecuente en España que los
chilenos nos llaman coño como a los argentinos
les llaman che (
http://etimologias.dechile.net/?con.o
), sólo fue admitida por la Real Academia de la
Lengua después de la muerte de Franco, cuando se
había producido la revolución de los anticonceptivos y
follar pasó a ser una actividad que no precisaba ser
reglada de la misma manera que antes. Por cierto,
también la palabra follar apareció igualmente en
el Diccionario de tan docta institución, donde por el
contrario ha desaparecido la etimología de
trabajo, antes señalada como tripalium
(elemento de tortura). Al parecer no se habían dado
cuenta de que follar era una de las palabras
más usadas en nuestro idioma, en íntima relación
etimológica con holgar (follicare), o sea “no
trabajar, pasarlo bien”.
Recuerda los antecedentes de la nueva letra
ye:
http://il.youtube.com/watch?v=YveMWAo5MSg
Pásatelo
bien.
Genaro Chic
García
http://www.genarochic.tk/
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Tfno.
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¿Y qué es peor que una
crítica? - La crítica constructiva. La gente nunca te lo
perdonará (Eliyahu M. Goldratt, La meta,
Madrid, 1993, p. 251)